''Vivimos en un mundo indiferente, aleatorio, dominado por el caos y la incertidumbre. El misterio del universo es más grande de lo que queremos o podemos imaginar, y nos movemos por él intentando definir nuestro rumbo en unos términos que no le pertenecen: destino, motivo, fin, causa. Frente a todo esto está, en cierto momento, cierta música. Hay algo en la música que hace que, de la insoportable levedad del ser, aparezca un orden que despeja la razón última de la existencia, como si de una maraña infinita de números viésemos iluminados su sucesión lógica. Escuchar el Funeral es tener ese encuentro en la tercera fase con una inteligencia superior, es no sentirte solo en el vasto e inescrutable universo: una experiencia puramente emocional que, paradójicamente, te hace sentir la plenitud desbordante del entendimiento.´´
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